Cuatro a uno, y mira por donde supo a poco. Increíble, pensarán algunos. Está loco, dirán otros. Pero sí, en un partido técnicamente perfecto, el Atlético no se mereció sufrir hasta el minuto setenta y siete cuando tuvo que haber consolidado el resultado ya en la primera parte.

Magnífico, extraordinario. Calificar como queráis el mejor partido del Atlético en los últimos tiempos. La verticalidad en su máximo apogeo ha arrollado a un paupérrimo Valencia que no se pareció en absoluto al divertido y talentoso equipo que hemos visto hasta ahora en la presente temporada.

El mejor partido atlético coincidió con un pésimo arbitraje de Pérez Burrull que haciendo justicia a su apellido no pudo haberlo hecho peor. Demostró no tener ni el carácter ni los reflejos suficientes para pitar un encuentro de este calado. Es complicado comerse tres (uno, dos y tres) penaltis de libro merecedores, los tres, de roja. Si esto le ocurriera al Real Madrid, mañana este señor estaría de retiro y sin billete de vuelta.

Sólo la actuación de este individuo valdría una única crónica o incluso daría para llenar un par de ellas. Pero como el Atlético de Madrid fue tan superior que hasta pasó por encima de los doce, pues oda a los colchoneros, porque ellos se lo merecen más que nadie.

¡Trece! tiros a puerta han tenido Fórlan y Agüero en sus botas, ¡trece!. Con un mínimo de fortuna y un portero medianamente presentable, los valencianistas se irían de vuelta al Turia con seis u ocho goles y sin desmerecerlos.

Por dedicarle unas palabras bonitas al equipo che, Silva y César han estado incomensurables. Ellos fueron la excepción en un desorientado once del que no salvaría a ni uno más.

Espero, y por ello rezaré en los próximos ciento dos días, que Marchena no forme parte de la expedición que defenderá a nuestro país en la Copa del Mundo de Sudáfrica. Un apreciable amigo y defensor a ultranza del zaguero, justifica su convocatoria en su incuestionable experiencia a lo largo de muchos años defendiendo la roja. Y yo, que soy así de drástico, le digo que si la experiencia que va a aportar es la que mostró hoy sobre el césped del Calderón, mejor que se sume a los millones de españoles que nos sentaremos en el sofá a la espera de ver a Casillas levantar tan preciada copa. Que lo haga, por favor, si quiere un poco a este país. Sus compatriotas se lo agradecerán. Además, tenemos buenos centrales para parar un tren. Domínguez y Botía son los dos más contundentes que se me ocurren ahora mismo.

Cambiando de tercio, al Atlético hoy no se le puede poner un solo pero. Nada que reprochar. Sobre todas las genialidades que hoy se han visto en el Manzanares, quiero destacar, aunque os pueda parecer raro, la gran progresión que ha protagonizado nuestro lateral derecho, Juan Valera. El "2" del equipo está crecido, con confianza, y ha demostrado a propios y a extraños que con diligencia y constancia uno puede sacar lo mejor de sí mismo, y Valera lo está haciendo.

A Reyes, además de subirle el sueldo, debemos hacerle un monumento. El utrerano es otro de esos ejemplos de superación personal que ha pasado del infierno al cielo. De su mano come ahora todo el equipo, ya que el ex madridista vertebra el centro del campo con la ayuda inestimable de jugadores de la talla de Assunçao o el propio Tiago, que ha hecho muy grande a este equipo.

Otro de los elementos definitorios de este nuevo equipo es su afición a jugar el balón sobre el césped, la pelota ya no le quema, y su presión continua al rival para destruir sus conatos de jugadas. Un estilo que cobra vital importancia ante conjuntos como el Valencia, acostumbrados a sembrar su éxito en su magistral fútbol en la línea ofensiva.

Para los restos, quedan el prometedor debut de Salvio en casa y la lesión de Agüero, que esperemos que quede en nada. La expulsión de Miguel fue rigurosa, la no expulsión de Banega, habiéndosela ganado meritoriamente en dos penaltis no pitados, lamentable.

Voy a dejar aquí esta crónica para no convertirla en un tostón. Sólo os pido un último favor: si queréis a este equipo, guardad este partido en vuestras vitrinas, y cuando perdamos en Zaragoza o contra el Xerez, poned la cinta o el DVD en el reproductor y recordad que este equipo, cuando quiere, puede ganar a quien se le antoje.

PD: Villa sí jugó de inicio, aunque no lo parezca. ;)

La presión. Ese elemento circunstancial que a algunos empequeñece y a otros, como el Atleti, le eleva a lo más alto. El infierno turco no fue tal, y los rojiblancos con cámara, sombrero y gafas de sol únicamente lo conocieron como turistas, sin padecer mal alguno.

Ojo, no fue un paseo de rosas ni mucho menos. Los jugadores del Galatasaray salieron a aplastar a su rival en el sentido literal de la palabra y no encadenaron una jugada 'limpia' de fútbol en todo el partido. Ya en la primera parte se cargaron al Kun Agüero y con ello se desvanecían parte de nuestras esperanzas para superar la eliminatoria. Perdonad mi maldad, pero creo que no fue coincidencia, y lo visto a posteriori refrenda mi teoría conspiratoria.

Como les funcionó su trama con el Kun, aplicaron el mismo teorema con Valera, y con Reyes, y con Jurado, esta vez con peor suerte ya que el que cayó, y sin posibilidad de recambio, fue uno de los suyos. Un tal Erkin se fue a la calle en un momento clave del partido, a diez minutos del final y con previsión de prórroga certera.

Para entonces Simao ya había colocado un chicharro en las redes del bueno de Leo y Keita, again, había puesto las tablas tras un obsequio gratuito del triste Antonio López, que estuvo tan gris como siempre. Peor incluso, negro como la eventual elástica del Atlético, estuvo Perea regalando un balón de gol a los turcos y, por si las moscas, un penalti con una mano que ni el juez de línea, ni el de gol, ni el arbitro, pudieron ver por fortuna.

La posesión y la iniciativa la mantuvieron siempre intacta los de Quique, aunque tampoco estuvieron sobrados de juego. Jurado, desaparecido como de costumbre, le dedicó un balón a Reyes que olía a gol desde que el utrerano lo tuvo sobre sus botas. Le clavó un pase al mismo corazón del área al charrúa Diego Forlán, y éste, revolviéndose como pez en el agua, encontró la posición adecuada para mandar a su equipo a los octavos de final de la Europa League.

Los jueves seguirán siendo días felices para nuestra afición, alegrías gratuitas que adelantan la sensación de fin de semana, de alivio y de descanso. Podemos seguir soñando porque lo merecemos y nos conocemos, pero lo haremos sabiendo que es muy posible que un viernes de éstos nos levantemos meados y entonces se acabará lo bueno, y nos daremos cuenta de que la liga no nos permite soñar, y entonces comenzaremos a rezar aquello de "virgencita, virgencita, que me quede como estoy... amén".

Estreno en España: agosto 2010

La delantera del Atlético de Madrid fue hoy algo así como un islote en el medio de un grande océano. Viven out del todo. Parte de la culpa hay que reprochársela a Jurado, un genio loco que no se entiende con nadie y que sus genialidades él se las guisa y él se las come. Forlán sigue escondido y Agüero, tras una inoportuna fiebre, no pudo jugar más que los últimos diez minutos.

Si hace unas semanas nuestro fuerte era la delantera, hoy lo es sin duda el centro del campo. Assunçao, Tiago y Reyes, con la secundaria ayuda de Simao, marcan una línea muy seria y creativa que, reitero una vez más, no es capaz de conectar con la delantera.

Aunque ya no hacemos el ridículo tanto como antes, seguimos sin estar a la altura. Calentamos el terreno pero no rematamos, justo como en lo que estáis pensando. Y claro, siempre hay algún pillín que se aprovecha de tu impotencia y te adelanta cuando menos te lo esperas, el terreno ya está perdido y no queda más que retirarte hasta nueva batalla. Piatti, el pequeño argentino, fue esta vez nuestro verdugo, y lo hizo con alevosía, cuando más duele, al final del partido.

Y no, no fue culpa de Asenjo. Todo lo contrario. El palentino demostró que es un grandísimo portero con un halagüeño futuro que le deparará grandes alegrías dentro o fuera del Calderón. El internacional sub-21 evitó que el Almería se adelantará en un par de ocasiones claras en las que no titubeó en ningún momento. El gol, tras un rechace, estaba fuera de su órbita.

Al igual que la portería, la defensa también cumplió. Unos más que otros, todo sea dicho. Por orden serían Ujfalusi, Domínguez, Perea, y allá a lo lejos, Antonio López. A pesar del gol, donde los cuatro sí pudieron hacer algo más.

Bajo los tres palos almerienses tampoco había un cojo. Diego Alves demostró que si el Real Madrid se ha fijado en él es por algo, y si Dunga fuese como debería ser también lo haría. El joven guardameta brasileño paró todo lo que le echaron en cara y no dio su brazo a torcer en los noventa minutos. Hasta los palos se aliaron con Alves, y si no que se lo pregunten a Tiago, quien fabricó una genialidad que se estrelló contra el travesaño.

El mejor de los nuestros, el incansable José Antonio Reyes. El de Utrera no tiene fondo, no se cansa y tiene pilas para rato. Por dentro y por fuera, arriba y abajo, defendiendo y atacando... Sin duda el jugador más completo y con mayor espíritu de los de Quique. Él sólo tuvo ocasiones para vencer cómodamente.
Salvio necesita aportar al equipo la chispa que le falta arriba. Forlán está limitado física y técnicamente y no puedo jugar 180 minutos cada semana. Ahí es donde entra el de Lanús, también Borja o Ibrahima, por qué no, pero que roten de una vez, por el bien del uruguayo y el de todos los aficionados rojiblancos.

Perdida toda esperanza de hacer algo serio en Liga no debiéramos perder la oportunidad de mantener la dignidad en Europa. Hay que salir a rabear.

PD: estoy harto de las lamentaciones en forma de foto que ilustran cada crónica, pero no me queda otra si quiero que sea representativa del encuentro.

El Atlético perdonó lo imperdonable. En cinco o seis ocasiones, Leo Franco y el palo impidieron a los del Manzanares consolidar la victoria cuando más de cara lo tenía. Tanto perdonar tuvo sus consecuencias y los rojiblancos finalmente viajarán a Estambul en posición de desventaja con la obligación de vencer en la bombonera turca.

Injusto empate, todo sea dicho. El Galatasaray no aportó absolutamente nada al partido. Con un juego tosco y oportunista tan sólo creaban peligro cuando la defensa atlética se lo ponía en bandeja, y para entonces estaba De Gea. Estaba hasta que estuvo, y entonces se fue lesionado. Entró Asenjo y lo siento, pero no fue lo mismo. Una media salida anticipaba que en la portería se había quitado el cerrojo, y apenas unos minutos más tarde se hicieron buenos los peores augurios. La afición le animó, le intentó levantar el ánimo, pero ni con esas. No sé si sería la falta de rodaje, de confianza o una depresión de caballo, pero el palentino no estuvo a la altura en el gol de Keita, como tampoco lo estuvo el conjunto de la defensa.

Por el resto bien, el equipo aportó fútbol, buenas intenciones y mucha valentía. No se achicaron en ningún momento, ni siquiera con el gol del empate. La crónica hubiese sido muy distinta con una mínima victoria.

El gol, una vez más, llegó de una jugada a balón parado. Reyes bota una falta que se clava magistralmente en la escuadra corta del ex guardamenta del Atleti. Todo muy bonito, de color de rosa, hasta el lamentable e injusto gol de Keita.

La mejor noticia fue el debut de Salvio, que casi marca en su primer balón con la elástica colchonera tras un buen centro al área de Valera que poco le faltó para convertirse en gol.

Reyes y Simao pusieron el juego, Agüero el talento y Raúl García, en un buen partido, impuso su estilo en el centro del campo. Forlán, que sigue jugando al escondite, estuvo desaparecido y sólo algunos planos de la televisión con su camiseta sudada nos hacían intuir que estaba sobre el césped.

El resultado no es bueno, no hubo fortuna. La semana grande no acabó del todo bien pero nada está perdido. El melón está abierto y el Atlético deberá mostrar en Turquía todo su arsenal si es que verdaderamente no quiere tirar a la basura, de buenas a primeras, la UEFA de toda la vida.

El Atleti-Barça será bautizado, por segundo año consecutivo, como el Domingo de Resurrección. El año pasado fue un uno de marzo y este año un catorce de febrero, pero lo importante es que, según la tradición, cuando los rojiblancos vencen a los azulgranas, aquellos encadenan una racha victoriosa que no encontrará fin hasta la última jornada. Que se cumpla por hoy y por siempre, amén.

Queridísimos amigos (de conveniencia) merengues, hoy os hemos hecho un favor sin tener el más mínimo ánimo de ello. Nos sentimos en deuda con el club blaugrana porque queremos pasar desapercibidos en la lucha por la liga. Así pues, estamos obligados a devolverle la renta de los cinco puntos que hoy les hemos arrebatado. Para la hazaña ya hay fecha y lugar: el 27 de marzo en el Santiago Bernabéu.

Mientras tanto analizaremos la victoria de hoy, un partido nada despreciable. Según un colega culé, lo más destacado ha sido el debut de Marc Bartra. Nosotros, que somos más profundos, vamos a titularlo 'El Día del Orgullo Colchonero'. Hoy no nos importa salir del armario y decir, con la cabeza bien alta, que es aquello que nos conmueve, que nos cambia el sentido del humor y que hoy, concretamente hoy, nos llena de orgullo: el Atlético de Madrid.

Me preguntaba mi incrédula novia que por qué no jugábamos siempre así. Claro, la pobre -atlética de adopción y casi obligación- se come cada partido de éste, nuestro equipo, y no acaba de comprender como somos capaces de ganar al Barcelona y pifiarla, día sí, día también, contra equipos inmensamente inferiores a nosotros.

Pues amiga, esto es el Atleti. Y el Atleti es así. Cuando decenas de millones de espectadores de todo el mundo están pendientes de nuestro equipo, los jugadores de buenas a primeras corren el doble, defienden el triple, y el balón no les quema bajo los pies. Es como si quisiesen justificar delante de mamá y papá que ellos son buenos, no como el equipo. Y si además de a mamá y a papá se lo demostramos a los mejores clubs europeos mejor.

El atrevimiento de Reyes en el primer gol es el mejor de los ejemplos. Vaya jugadón protagonizó el sevillano tumbando a la zaga barcelonista y dándose a Forlán, allí donde más a él le gusta, para que la mande al fondo de la portería. Más tarde, la misma jugada la tuvo Ujfalusi para Agüero, pero desgraciadamente el resultado no fue el mismo.

Otra de las novedades, quizás la mayor de las sorpresas, fue la frustrante desorientación que sufrió el mediocampo del Barcelona, en especial su cerebro, Xavi Hernández. Desesperado al ver que no daban asentado su estilo de juego, estuvo incómodo todo el partido y no supo aprovechar los huecos de la defensa colchonera que hoy, todo sea dicho, ha estado muy seria, al igual que el conjunto del equipo.

El once que presentó Quique no perdió la calma ni los nervios y conservó la ambición de ir a por el partido y ganarlo, sin mostrar nunca sus vergüenzas a excepción de las facilidades que tuvo Ibra (el sueco) para cabecear el único gol del Barcelona tras un mal marcaje de Perea. Éste, a pesar de todo, remendó sobradamente dicho fallo y neutralizó no pocos ataques de los Iniesta, Messi o el propio Zlatan.

Como esto es un no parar el jueves tenemos un nuevo reto para una nueva competición. Ante el Galatasaray veremos si aún nos quedan fuerzas para aspirar a hacer algo curioso en la UEFA de toda la vida. De nuevo las dudas o el éxtasis total, nunca se sabe.

Javier Dorado

Hoy creí ver al 'vasco' Aguirre en Quique Sánchez Flores. Fue una sensación un tanto extraña. Ver como un futbolero se achicaba ante el Racing de Santander no es fácil de asimilar. Hizo bueno a Forlán. Así no se planta un grande.

Pero en fin, quedó en una mera anécdota. Valera quiso confirmar la mala idea de jugar con cinco defensas, pero pronto se arrepintió y consiguió equilibrar la balanza. Ante su ex equipo, se atrevió a dar incluso taconazos sumándose así a la moda Guti Haz.

Cuan importante fue el uno a uno, que el Atlético se deshizo de sus complejos y empezó a experimentar eso de jugar al fútbol. Vieron que podían, y se atrevieron a dar más de dos pases seguidos. Unos cracks.

Y a lo tonto a lo tonto los minutos pasaban, el Atlético controlaba, y ni mucho menos renunciaba a marcar el segundo. Y olé, allí estuvo Jurado. Calmó el sistema nervioso de algún escéptico que aún manejaba el peor escenario y de paso demostró que es un jugón. Cuando quiere, claro.

Como Valera recordó a Guti, Christian no quiso ser menos e imitó a CR9. Codazo en toda la geta a Ibra y al vestuario. Sin duda el Racing perdió los nervios y el sosiego, pero peleó hasta el último minuto por sacar algo positivo del partido, y al final se llevó el gato al agua.

Desapercibidos pasarían los tantos de Xisco y Tchité de no ser porque jugaban con uno menos y porque De Gea, sorprendentemente, se comió dos balones, los primeros tan evidentes desde que se hizo con la titularidad en detrimento de Asenjo.

Si los partidos empezasen en el minuto diez y acabasen en el ochenta, el Atleti se ahorraría unas cuantas decepciones, y de paso, ganaría un buen puñado de puntos.

Perea, en su faceta particular, pasó desapercibido. Buen síntoma éste, qué siga así. El resto del equipo mantuvo el tipo y no contempló en ningún instante faltar a la importante cita en el Bernabeu.

Ahora viene lo bueno, o lo malo, hijos míos. Marbella, Recre, Celta y Racing fueron chistes malos al lado de lo que nos espera el 26 de mayo. Rezo porque ganemos, porque estemos a la altura, porque salgamos con la cara buena y porque la afición tenga algo que celebrar por primera vez en quince años. Rezo, porque de ello dependen las expectativas del futuro y una generación de aficionados deseos de caer enamorados por el equipo colchonero. Necesitamos mimos, y como somos tan conformistas, la Copa nos vale.

Ah, por cierto, el domingo nos toca el Barça y tenemos que dar la talla. Qué digo dar la talla, tenemos que ganarles como Dios manda.

Aupa, coño.

Empiezo a ver buena la idea de jugar la liga los lunes. Es día de semana, y este disciplinado equipo está dispuesto a cumplir el calendario laboral al pie de la letra. Ahora, de trabajar los domingos ni hablar. Es el día del Señor, y toca descansar.

Hijos míos, ¿por qué no jugáis siempre así? ¿por qué hacéis sufrir tanto a vuestros fieles? Prometí tener la cabeza fría y lo cumpliré, pero no puedo evitar deciros lo que todos sabéis: tenemos pie y medio en la final.

Hoy, cual capítulo de Barrio Sésamo, hemos aprendido dos buenas lecciones. La primera, que presionando al equipo rival somos capaces de robar balones y, en consecuencia, lastrar conatos de peligrosas ocasiones. Y la segunda, que al fútbol se juega sobre el césped, y no por el aire.

Interiorizados estos dos mensajes, el Atlético de Madrid saltó al campo con hambre, convencido de sí mismo y de sus posibilidades. Desde el primer minuto hemos salido al ataque, y hemos encontrado lo que imperiosamente hemos buscado, marcar (varios) goles y mantener la portería a cero.

Hoy sobre el campo el que partía el bacalao era Assunçao, y todos se plegaron ante él. Controló el campo durante los setenta minutos que jugó con la inestimable ayuda de Tiago, que consiguió dar salida a cada balón que bajaba al césped el portugués. Ambos se han consolidado como los dueños y señores del centro y difícil será que la eterna promesa García o el también eterno canterano Camacho les quiten el puesto.

Ujfalusi le ganó la partida a un abucheado Canales que no tuvo opción de mostrar su valía. Por aquí dicen que tiene principios del síndrome Julen Guerrero. Ya saben, aparezco, desaparezco, aparezco, desaparezco... El único que inquietó tímidamente a David De Gea fue Tchité que revolvió bien cerca del área aunque siempre con un final frustrante.

La otra cara de la moneda fue la delantera colchonera, con un Kun intratable que superaba por fuerza, velocidad y sobre todo picardía a los racinguistas, que ayer vestían de verdinegro.

Picardía también la de Reyes en el primero de los goles. Fallaron hasta cinco jugadores del Racing y el utrerano remató a placer confirmando los buenos síntomas que hasta el momento habían mostrado los de Quique.

Una empalmada de Simao asentó el partido y dos penaltis, uno más legal que otro, transformados por Forlán pusieron la guinda a una noche perfecta que celebró fervientemente la hinchada colchonera al verse cada día más cerca de una final diez años más tarde.

Pero ojo, hay una extraña coincidencia que inquieta seriamente a alguna cabeza mal pensante que recuerda que hace diez años, cuando bajamos al pozo, estuvimos en la final de la Copa y llegamos hasta octavos en la UEFA. Que no despisten lo importante pues una final, si llegase, no es más que pan para hoy y hambre para mañana.

Es curioso. Cuando el público mira hacia el palco para pedir explicaciones cuando las cosas no van bien, los dirigentes atléticos, en vez de sentirse aludidos, miran al banquillo y se cargan al entrenador. Esta es toda una tradición. A finales de los ochenta y durante los noventa rara era la temporada que no pasasen por el banquillo del Manzanares cuatro o cinco entrenadores diferentes.

Pensé que, de entonces, habíamos aprendido la lección, pero se ve que no. Estuve en contra de la destitución de Abel y lo estoy también ahora con Quique. Aquel director deportivo, presidente, consejero delegado o jefecillo de turno que piense que salva su culo cambiando al entrenador, además de irresponsable, es idiota. Los aficionados colchoneros no nos comemos los mocos. Sabemos perfectamente donde se encuentra el quid de la cuestión y no está, precisamente, en el banquillo. Al menos en el míster.

Lo que me sorprende especialmente en esta ocasión es la complicidad de algún periódico con la directiva para sondear qué tal caería la destitución de Quique. Sí, el Diario As. Los mismos que publicaron la famosa carta de Gil Marín en exclusiva el pasado verano.

No sé que intereses existen detrás de esta campaña de acoso y derribo, pero me gustaría saberlo.

En todo caso, y a pesar de abrir encuestas para calentar el horno, el As y la Directiva rojiblanca se están encontrando que la afición respalda mayoritariamente al actual equipo técnico, sobretodo pensando en un proyecto a medio plazo centrado principalmente en la próxima campaña.

Mucho ánimo, Quique. No pienses que este artículo es un regalo de cumpleaños -¡Felicidades!- ni un cheque en blanco. Confío en tu carácter y en tu forma de enfocar el fútbol. Sí de verdad consigues contagiar esa valentía a la plantilla pronto tendremos grandes resultados. Quizás haya que esperar doce meses, pero los tendremos.

Pitarch, aún tienes 24 horas para fichar algo decente que remiende algún roto. Tú puedes. Mejor dicho, tú debes. Si al Atlético te une algo más que un sueldo -que no es el caso- tienes el deber moral y profesional de hacer un último esfuerzo por reconducir esta irreconducible situación. Una contradicción muy propia de la situación que estamos viviendo.

Los atléticos que sentimos y padecemos estamos verdaderamente jodidos, hundidos moralmente. Da igual la Copa o el copo, este equipo no representa a nada ni a nadie que ame verdaderamente esta entidad. Los de siempre, ya me entiendes.

La descoordinación, la impotencia y la indiferencia que muestran los rojiblancos en el campo es un insulto al fútbol. Una absoluta pesadilla que no acaba por muchas veces que parezca acercarse el final.

Si hubiese un baremo de esfuerzo y actitud a la hora de cobrar, el 90% de la plantilla se iría este mes para casa con los bolsillos vacios. No cabe justificación para los desplantes de Huelva, Getafe o en el Calderón contra el Celta, o propiamente hoy, contra el Málaga.

Y no, haber eliminado a dos segundas en la Copa del Rey no es un logro, es simple y llanamente un deber hecho mal y arrastro, pero hecho.

Hoy no hemos dado una al derechas. Y lo peor es que enfrente hubo otro equipo que tampoco hizo nada. Competían por ser el más tonto de la clase, y el Atlético ha ganado el título por méritos propios.

Renunciamos a jugar al fútbol y nos pasamos al voleibol, a ver si nos iba mejor, pero nada de nada. El balón pasó más tiempo por el aire que sobre el malogrado césped del Manzanares. Nadie entiende como con tanto talento arriba podemos renunciar tan fácil y rápido a jugar la pelota.

Y por favor, que nadie venga mañana si ganamos al Barça o al Racing hablando de aspiraciones europeas ni de tonterías varias, este equipo no vale ni para tomar viento porque simplemente no es un equipo. Este también es un mensaje de autoconvencimiento.

El Málaga todavía no se lo cree. Viene aquí recordando el 4-0 del año pasado, acojonados por lo que pueda pasar, y se van con un cómodo 2-0 sin haber vivido ni una sola situación de peligro. Esos tres puntos eran suyos y se los llevaron sin mayores (ni menores) dificultades.

Muy bien Duda, nada que no supiéramos. El resto ni fú ni fá, sólo asistieron como espectadores a la patética actuación del Circo del Manzanares, que hace este año una gira por España mostrando sus vergüenzas.

No vale la pena comentar más nada.

Qué nadie eche las campanas al vuelo, era nuestro deber y punto. Ni siquiera hemos despertado entusiasmo sobre el césped de Balaídos. Los rojiblancos han estado bastante más serios que en la ida pero no lo suficiente como para poder sentirse orgullosos del equipo.

Por la mínima, y gracias a un error garrafal del capitán celeste Noguerol, el Atlético se acerca un poco más a su sueño de visitar, quince años más tarde, a su tan querido Neptuno.

Han sido noventa minutos de locura, de toma y daca, sin un control definido por parte de ninguno de los dos equipos. El Celta bajó un poco el listón de la ida, lo justo para darle cancha a un Atleti que también puso de su parte para abortar el plácido juego del que disfrutó el equipo vigués en el Calderón.

Salimos con todo, y aún así nos costó. Mal síntoma empañado por una victoria que significa mucho para un equipo que necesita sentirse orgullo de sí mismo y ganar confianza, mucha confianza, para conseguir, al menos, el doble de puntos de los cosechados en la primera vuelta.

Este objetivo pasa, indudablemente, por vencer al Málaga el domingo. Al mismo Málaga que nos calcó un 3-0 en la ida y que sólo ha conocido la victoria en un par de ocasiones más desde aquella.

Si Quique sale con el mismo planteamiento de ayer, acertará. Ha quedado claro en Balaídos que el centro del campo tiene dueño y señor. El dueño, Assunçao, y el señor, Tiago. Han estado exquisitos, presionando en todo momento y dejando al Celta sin espacio para hacer llegar el balón a un hambriento Trashorras y a un desesperado Aspas, al que no le llegaban los balones. Si el Celta tuviese un '9' potente otro gallo hubiese cantado.

En defensa hilamos fino, y eso se notó. Desentonó bastante Antonio López a quien Abalo -que no Ávalo- le noqueó toda la noche. Perea estuvo más serio que de costumbre, pero pudo haber protagonizado la pifia de turno si no fuera por un empujón en el mismo área cuando tenía el balón perdido. Y ahora los buenos, Ujfa y Domínguez. Están en un estado de forma fantástico y se nota, el equipo lo nota. Todavía me tiene preocupado la maldita decisión de Quique que dejó en el banquillo al checo en beneficio de Valera, algo incomprensible en los tiempos que corren.

Agüero y Forlán bien, se entendieron que no es poco. Reyes ayudó bastante, tanto arriba como abajo, parece haber superado el pequeño bache que le tuvo inédito en los últimos encuentros.

Y por último De Gea, el héroe indiscutible. Cual Casillas para el Real, el canterano está salvando a su equipo de unas cuantas goleadas. Esta vez abortó varias ofensivas celestes que se encontraron en todo momento con un porterazo bien posicionado, con confianza y con las ideas claras.

Tanto el Celta como el Atlético han salido ganando. Los gallegos saben que con un poco más de constancia pueden -y merecen- estar en Primera, ahora se centrarán en el que debe ser su objetivo número uno. Y el Atleti, ¡ay el Atleti!. Su afición se merece un título a la voz de ya. Los padres necesitan decirle a sus hijos "ves, ves, te dije que este equipo era un grande" para que los niños puedan llegar al cole, al día siguiente, y gritar sin complejos ¡Viva mi Atleti!

Ficha técnica:

Miguel Ángel Gil Marín, Consejero Delegado del Atlético de Madrid y accionista mayoritario del club, negó en reiteradas ocasiones su intención de vender el club ya que, según argumentaba, nadie estaba dispuesto a comprarlo.

Esto puede haber cambiado. Se está cocinando en la sombra una operación a medio/largo plazo que podría acabar con la compra del club. Detrás de ella, están socios históricos y antiguos jugadores del club con capital suficiente como para ofrecerle una suculenta oferta a los actuales dueños.

Nada de esto saldrá a la luz, por el momento, hasta que se finiquiten operaciones de gran calado para el club como la venta del Vicente Calderón o la construcción de la nueva ciudad deportiva, o al menos esa era la idea.

Hasta la actual directiva rojiblanca ya han llegado ecos de este movimiento y las opiniones son bastante dispares. Por parte de Gil Marín, que es el que en resumidas cuentas importa, no podría demasiado impedimento siempre y cuando hubiese una cantidad importante de dinero de por medio. No está dispuesto a vender el club por cuatro duros.

Ya por último, la cabeza visible, José Antonio Martín "Petón", conocido representante de jugadores y ex entrenador del Huesca. Fanático del Atlético como pocos, estaría dispuesto a hacerse con las riendas del club con ciertas garantías económicas y deportivas.

Todo está en el aire, pero algo se mueve.

Ya ha pasado media liga, y el Atlético de Madrid ya piensa en la próxima temporada. Con esto queda todo dicho. Veintitrés puntos en diecinueve partidos. Siguiendo esta línea, en mayo lucharemos por mantener la categoría y dar las gracias.

Hoy el equipo colchonero tenía la mente en otro sitio. No sé si en la Copa, en la Europa League, o en las vacaciones de verano, pero sobre el cesped no estaba. Fue un partido muy parecido al del jueves, sólo que el resultado fue aún peor.

En el minuto diez de partido, el Atleti bajaba los brazos, y el Geta se hinchaba a crear ocasiones, una tras otra, hasta que encontró el hueco en un centro raso desde la línea de fondo que remató a placer en el segundo palo el canterano colchonero Manu del Moral, el mejor del partido con creces.

Alguno recordó durante los noventa minutos que Manu salió de la cantera atlética y Jurado de la merengue. Y que la comparación, al menos en el día de hoy, era odiosa.

Nadie entendió la suplencia de Ujfalusi y Tiago, los mejores frente al Celta. Más sintonía hubo en la titularidad de De Gea, que volvió a cumplir con las expectativas. Dígase por delante que para mí, en el fútbol, los delanteros y los porteros deben gozar de continuidad, de lo contrario nunca ganarán la suficiente confianza para sentirse seguros en su comienda. Decídete ya, Quique, por Asenjo o por De Gea, pero decídete. Peor sería elegir entre Abiatti y Pichu, así que no te quejes.

Visto lo visto, una pena no jugar con dos porteros y nueve, o ninguno, de campo. Ni un sólo tiro a portería con peligro en los noventa minutos. Tampoco más de tres pases seguidos en el campo rival. Tiago volvío a intentar poner cordura y bajar el balón al césped, pero nadie le hizo caso. Pronto se infectará de ese mal antifútbol que padece este equipo y, por desgracia, se esfumará la única esperanza que nos mantiene en pie. Por si acaso, que se ponga mascarilla.

La dupla del Kun y el Cacha también padece ese mal. No conectan y tampoco ven portería. Y si a ello le sumamos la impotencia de Reyes y Simao intentando poner en apuros a la zaga azulona, el resultado es el que es, catastrófico.

Poco más que objetar. A los atléticos nos toca rezar para que se confirmen las incorporaciones de Diogo y/o Rafinha, y así ver a nuestros laterales jugar el balón y no sólo dar patadones sin sentidos propios de categorías infantiles.

Ficha técnica:

Vuelta a las andadas. El Celta de Vigo dió ayer una clase magistral de como afrontar una eliminatoria de Copa del Rey frente a un grande. Tranquilo, sosegado y moviendo el balón con mucho arte, hicieron correr a los rojiblancos noventa minutos detrás del balón como si de críos se tratara. Lamentable.

Queda científicamente demostrado que el Atlético, cual estudiante ante unos exámenes, sólo funciona bajo presión. Tienen que sentir la necesidad imperiosa de ganar, previa charla y castigo de Quique, para que no se duerman en los laureles. Unha mágoa, que decimos en Galicia.

Celta y Atlético, Atlético y Celta, mostraron las dos caras de la moneda, dos formas antagónicas de plantear el encuentro. Mientras uno jugaba, lo intentaba y se mantenía bien plantado, el otro improvisaba, esperaba el fallo y corría como un pollo sin cabeza por todo el campo. Sobra decir quién fue quién.

Por cierto, Mostovoi no ha descolgado las botas. Era Trashorras. Un chaval de un pueblo de Lugo llamado Rábade que incluso llegó a debutar en el Barça hace ahora ocho años. Vaya rotos que le hizo al Atlético durante toda la noche. Fue el alma del equipo celeste. Muy equilibrado con Michu, tuvieron el control del centro del campo durante todo el partido. Brutal.

En líneas generales, el partido fue de más a menos. El comienzo fue muy explosivo y ambos equipos tuvieron claras ocasiones para adelantarse en el marcador. Antes, al comenzar, Undiano Mallenco se comió un penalti de libro de Raúl García sobre Michu.

Después vino el patinazo de Domínguez y el gol a placer del propio Trashorras tras un taconazo exquisito de Iago Aspas. Ante este sobresalto el equipo del Manzanares se repuso y fue quien de equilibrar de nuevo el partido. Primer gol de Tiago, de cabeza, tras un saque de esquina.

Hasta ahí el Atlético de Madrid. De entonces en adelante sólo estuvo el Celta. Ochenta minutos sin un sólo disparo colchonero entre los tres palos.

De Gea salvó a su equipo de una sonada derrota y fue el mejor de los de casa. También destacó Tiago, que además del gol, intentó imponer la ley del fútbol en su equipo, algo imposible visto lo visto. Ujfalusi y Valera cumplieron, pero el resto dió vergüenza. Cabe destacar el nefasto partido de Raúl García, a quien le debió entrar miedo escénico viendo a su vera a un jugador con ideas frescas. Y Pernía, y Perea, vaya banda.

Balaídos se llenará en el partido de vuelta, y el Atlético debe salir al campo pensando que este examen lo lleva suspendiendo ¡quince! años seguidos. No le queda otra que aprobarlo de una vez para darle una alegría a su afición. El Celta, por contra, lo hará con la tranquilidad de saber que no es su asignatura, que lo primero es el ascenso, y después, lo que venga vendrá.

Ficha técnica:

Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Pernía (Valera, m. 52); Tiago, Raúl García (Camacho, m. 64); Reyes, Jurado, Simao (Forlán, m. 46); 'Kun' Agüero.

Reconozco que no soy objetivo con esta nota. Esta vez tengo el corazón partido. Hablar del Celta para mí es hablar del equipo de mi ciudad, del que soy socio y lo llevo siendo los últimos ¿catorce? años. El equipo no pasa por su mejor momento y el celtismo en general tampoco. Hemos perdido la fe. Cuando recordamos aquellos momentos inolvidables de principios de década en que jugábamos la Champions o la UEFA lo hacemos pensando, inconscientemente, que no volverá a pasar.

En medio de tanta penumbra -estamos a tres puntos de Segunda B- encontramos en la Copa del Rey un rayo de sol que nos hace revivir aquellos grandes momentos; siempre, como decía antes, como un recuerdo que tardará en volver. No valoramos, hasta que lo perdimos, el lujo que supone participar en Primera División, ver domingo tras domingo el mejor fútbol del mundo en el estadio de tu ciudad, a veces incluso siendo ese fútbol el que practica tu equipo. Impagable.

Pero en fin, la realidad es otra muy distinta. Mucho más cruda. El Celta, a pesar de todo, no se merece el puesto en el que está. Debería estar luchando por el ascenso. El hecho de ser de los pocos conjuntos que no renuncia a jugar al fútbol en Segunda le otorga el derecho de estar luchando con los de arriba. Pero no lo está.

Como plantilla siempre ha sido un equipo desigual, irregular y muy cambiante. Cada pretemporada, por culpa de la política de cesiones, empiezan de cero con ocho o diez nuevos jugadores en plantilla a los que integrar, y así no se puede.

Esta temporada el Celta se ha surtido, por suerte, de su cantera. Algo bueno tenía que tener la crisis. Ellos están siendo los verdaderos protagonistas de los mejores momentos de los celestes sobre el campo. Iago Aspas, Joselu, Aaron (lesionado), Toni y Dani Abalo están demostrando que se merecen liderar a su equipo. Todo ello bajo el control y la distribuición de Trashorras, otro jugadorazo que destacaría en cualquier equipo de la zona media de la Liga BBVA.

En la portería están bien servidos con Falcón (ex del Atleti) y Joel, el cancerbero titular en copa también procedente de las categorías inferiores.

La defensa patina un poco y la delantera está huérfana tras la salida de Arthuro, todo un bluf. Ahora están en busca y captura de un goleador. Pretendían llevarse a Jonathan Pereira, pero el también vigués se ha decantado por el Betis, club con el que ha firmado por cuatro temporadas.

La ida en el Vicente Calderón es una oportunidad para el conjunto rojiblanco de afrontar con tranquilidad la eliminatoria. Tranquilidad relativa, con el Atlético ya se sabe. Mantener la portería a cero y marcar dos ó tres goles debería ser suficiente.

Fácil es decirlo, cumplirlo puede ser toda una odisea.

Parece algo evidente, pero en el Atlético de Madrid la necesidad de que la defensa esté fina es imperiosa, del tamaño del espléndido caballo del fallecido Jesús Gil.

Es algo matemático. Incluso si la pifian sólo un poco ya basta. El resto del equipo se vale para hacer el resto.

Es indiscutible que un gran central formado en la cantera del Atlético se ha consolidado como el centro de la defensa. Álvaro Domínguez es, sin duda alguna, el mejor fichaje de invierno que se puede echar el Atleti a sus espaldas. Tiene carácter, visión de juego, un posicionamiento perfecto en el campo... y ahora, además, confianza. Ha nacido un gran jugador, tiempo al tiempo.

La defensa es, entonces, Domínguez y tres más. Esos tres parecen tener cada vez más continuidad. El segundo de abordo es, en mi opinión, Tomas Ujfalusi. Sí, lo sé, la cagada de Huelva es imperdonable, pero a un jugador se le debe valorar por su trayectoria, y desde que llegó el pasado verano al Manzanares ha sido lo más serio que hemos tenido en defensa. Tampoco lo tenía muy difícil. Primero Abel y ahora Quique han experimentado con él una nueva posición a la vista de la grave carencia del equipo por banda derecha. Al principio le costó encontrar su hueco pero tras los últimos partidos parece la mejor opción para cubrir ese hueco.

Antonio López es un cumplidor y ya. Si bien tenemos fresco el recuerdo de su heroico gol ante el Sevilla que nos dió esos valiosísimos tres puntos, todos sabemos que es un jugador limitado técnicamente y que su papel en el equipo es más bien gris. La alternativa, Pernía, es todavía más mediocre y por lo tanto el puesto, a la espera de una nueva incorporación a final de temporada, es suyo.

Luis Armando Perea es toda una incógnita. Imprevisible. Contra el Sporting estuvo descomunal. Cortaba todo balón que olía y recordó al Perea de hace unos años. Aquí su cara más dulce. La amarga la muestra casi siempre esta temporada. La última vez hace apenas unos días, contra el Recre; un error que nos pudo costar caro.

Mejor de lateral, opinan algunos. Por la banda tiene más espacio para aprovechar su punta de velocidad, una de sus ventajas. La única quizás. En su posición tampoco hay banquillo. Juanito está acabado. Un fichaje barato que al final nos ha salido caro si atendemos a su paupérrimo rendimiento. Fatal. Pablo sería la última opción, aunque no para mí. Soy de los pocos que pienso que Ibáñez con confianza y minutos podría dar la talla. Lo sé, soy causa perdida.

Ah, me olvidaba de Valera, un chaval muy majo y voluntarioso, punto.

De ellos depende, en resumen, el devenir del equipo. Alante sabemos que tenemos categoría y aunque falle uno nos quedan otras tres o cuatro bazas, ahora alguna más.

En la zona media de la tabla, a siete puntos de Europa y a siete del descenso. Tras dieciocho jornadas de liga, el Atleti no está para echar cohetes. Pero al menos sus últimos partidos animan a la esperanza. Tres victorias consecutivas en Liga, algo inédito esta temporada, y presente en tres competiciones.

Victoria por la mínima ante el Sporting que no salió del partido en ningún momento. No fue fácil.

El comienzo del partido estuvo en manos atléticas. García y Assunçao abrían juego a las bandas con Ujfalusi más ofensivo que de costumbre tapando el espacio vital de Simao, que no encontraba su sitio. De los balones perdidos se ocupaba Agüero, que no dejaba respirar a la medular adversaria. A la par que presionaba, el pibe atacaba, pasaba, daba salida al balón y creaba peligro. Todo un crack este chaval. Cerezo debería pensar again si de verdad quiere venderlo.

Forlán llevó un balón al fondo de la portería que Teixeira Vitienes se encargó de anular. No sería el único error de sus asistentes.

El Cacha quiso hacer bueno el gol y tras un buen pase del Kun, se fue por fuerza de Rivera y lanzó uno de esos tiros cruzados tan característicos del charrua que batió al ex del Numancia.

Ya por delante, los colchoneros buscaron el segundo más tímidamente, y pasó lo de siempre. Cinco minutos de pa ti pa mí, y les empatan el partido. El colegiado señala pena máxima ante una salida de Asenjo que se lleva por delante a Diego Castro. Tira el gallego y marca. Vuelta a empezar.

El penalti llevó la euforia a la escuadra sportinguista, que se fue arriba con sendas ocasiones de Morán y Bilic. Rivera fue la correa de distribución asturiana. De sus botas nacieron más de una y más de dos ocasiones de peligro que protagonizaban los extremos y también Carmelo, un jugón. Con esas nos fuimos al descanso.

¿Sería el momento de Tiago? Aún no, pensó Quique. Y la segunda empezó como acabó la primera, con dominio de los Preciado. Tanto es así que tardó en tener el balón el Atlético en el segundo tiempo. Tuvo que dar un par de avisos el Sporting para que despertaran.

Assunçao empezó un contragolpe que ya no paró hasta acabar en gol. Jugada típica del Atlético, con rapidez, acierto y suerte. Ujfalusi centra un balón que Forlán cabecea en la línea de fondo, lo justo para que le caiga a Assunçao y remate a placer. De nuevo por delante cuando menos se lo merecían.

Y como no hay dos sin tres, el Atleti armó otra de las suyas. Pase perfecto de Ujfalusi a Agüero, al que se anticipa Juan Pablo, le cae a Ibrahima el rechace y marca el tercero, su primer tanto en primera. Se volvió loco el canterano.

Entonces sí, entra Tiago. Aprovechó sus primeros minutos para dar dos buenos pases y un centro con peligro. Ahora, dame Reyes y déjate de tiagos. Incomensurable está el trianero. De lo mejor del partido junto con Agüero y Ujfalusi. Sí, Ujfalusi. Hoy ha habido lateral derecho en el Atleti. Toda una noticia.

El partido todavía no había acabado y Lora estuvo a poco enchufar un centrochut que despejó un siempre atento Asenjo.

Un travesaño de Agüero, una cola de vaca de Jurado y recorta distancias el Sporting. Se encienden las alarmas y el Calderón acaba pidiendo la hora. Lo típico.

Forlán podría perderse el encuentro copero por una pequeña lesión de tobillo. No parece importante.

Ficha técnica:

Mañana nos visita el Sporting de Gijón, un equipo con gran tradición e historia en el fútbol español que nunca ha renunciado a ser lo que algún día fue: un grande.

A pesar de haber sobrevivido a una larga y dura travesía por el desierto, los asturianos han vuelto a la Liga BBVA para quedarse y así lo llevan demostrando estos dos últimos años.

Qué fácil es hacer feliz a un colchonero. Lo que para cualquier otro equipo sería una eliminatoria más, para los atléticos este ha sido el partido del año. Que digo del año, ¡del siglo!

El Atlético de Madrid ha conseguido golear al Recreativo de Huelva y conseguir el pase para los octavos de final de la Copa del Rey. Como si de un título se tratase, los colchoneros hemos recuperado la ilusión en nosotros mismos. Si queremos podemos, y lo hemos demostrado.

Este equipo no se parecía al del Colombino ni en el blanco de los ojos. Qué coraje, cuanta valentía, qué pasión le ha puesto, por ejemplo, Forlán en los noventa minutos. Se han ganado el perdón, sí señor, y la afición sabrá otorgárselo.

Sergio Lionel "Kun" Agüero estaba llamado a ser el héroe del partido, y así ha sido. Ha liderado al equipo en la primera parte propiciando el gol que abría el marcador y rematando el segundo, dos maravillosos tantos que llenaban de esperanza los corazones de los 30.000 atléticos que ocupaban las gradas del Calderón.

Un cabezazo de Ujfalusi, pidiendo perdón a gritos, despertaba los ánimos de los pocos escépticos que aún no creían en la remontada. El checo, que ocupó la banda derecha en detrimento del joven Valera, fue, junto al ya consolidado Domínguez, lo más serio en defensa.

Ya en la segunda parte, y tras dos claras ocasiones para sentenciar el partido, un barullo en el área aún por aclarar desencadenó el cuarto tanto atlético que culminaba, a priori, el ascenso al Edén.

Los más veteranos en estas lides no las tenían todas consigo y sus culos inquietos pronosticaban que la media hora restante no iba a ser un camino de rosas. Y así fue.

La que ha liado Paulo Assunçao en dos minutos. Su estúpido intento por jugar el balón a medio metro de la portería nos costó el 4-1 y la vuelta a las andadas. No contento con ello, y tras previa amonestación, el portugués realiza una absurda entrada en el centro del campo que nos deja con diez en el peor momento del partido. Fue como si el espíritu de Huelva hubiera recobrado vida.

Pero afortunadamente fue sólo una pesadilla. El Atleti volvía a intentarlo y no perdía la fe en sigo mismo. Pasaban los minutos y a pesar de mantener la mejor actitud, no conseguían tirar a puerta. El tiempo jugaba en su contra y la impaciencia comenzaba a resaltar por encima de la mejor voluntad y el coraje colchonero.

Fue entonces cuando el Kun, fiel a sí mismo, quebraba a uno y a dos defensas onubenses al borde del área. Uno de los zagueros se pasó de la ralla, y el colegiado decidió pitar falta a pesar del enfado del pibe argentino que lamentaba no poder continuar con la jugada. Simao disparó y el balón se encontró con toda la escuadra en uno de los mejores goles de falta de los últimos tiempos al más puro estilo Dinho en sus buenos años culés. Un gol de calidad y con significado, como no podía ser de otra manera.

Fue entonces, ahora sí, cuando el Atlético consiguió su objetivo: pasar a cuartos y encontrarse con otro segunda, el Celta, en su camino por conseguir su primer título en catorce años.

Del infierno al cielo. Esto es el Atlético. El que quiera otra cosa ya sabe donde encontrarla.

Como diría el Sabio: "me mata, me da la vida".

Ficha técnica:

El Atlético de Madrid se enfrenta hoy ante uno de los partidos más decisivos de toda la temporada. Si a alguno se le pasa por la cabeza otorgar posibilidades de ganar un título al Atleti este año transcurridas diecisiete jornadas de liga y tras el apeo en primera fase de la Champions, esa es la Copa del Rey.

Por ello los de Quique Sánchez Flores tratarán de remendar el ridículo espantoso del Nuevo Colombino y doblegar al Recre con una renta de cuatro goles. Tres, en caso de mantener la portería a cero, para acudir al 'tercer tiempo'.

Los rojiblancos saltarán de inicio al campo con el equipo de gala. Bueno, de 'gala'. Es lo que hay. Agüero volverá al once después de semanas en el dique seco. Junto a él formará la dupla ofensiva Diego Forlán, que parece haber recordado aquello de meter un balón entre los tres palos.

El recién incorporado Tiago Mendes podrá disfrutar de sus primeros minutos con la elástica colchonera tras haber recibido el club a última hora de ayer el transfer necesario para debutar esta misma noche en el Vicente Calderón.

Por lo demás todo como de costumbre. Parece que Ujfalusi podría recuperar la titularidad tras haber dejado con diez al equipo el pasado martes transcurridos tan sólo veinte minutos de juego. Así, y si no hay sorpresas, formará en la defensa junto con Valera, Domínguez y el capitán Antonio López.

Por su parte, el Recre vendrá hoy preparado para una ofensiva sin precedentes. Es posible que no se encuentre las gradas llenas de indios por diferentes razones. La primera, la impertinente hora en que se celebrará el encuentro. La segunda, el frío y la humedad que a esas horas contagia el Manzanares. Y la tercera, y más importante, es la poca fe de la afición en la heroica remontada. Pero aún así, mira que somos inocentes. Habrá 30.000 de los nuestros, manda narices. Aquí la cuestión es si esta plantilla se merece esta afición. Ese es otro cantar.

Agné, el entrenador onubense, viene preparado para todo. Más si cabe tras haber escuchado la insinuante teoría de Quique sobre "el león y la gacela". Sólo un anticipo de lo que se podrá ver hoy en el Manzanares.

Ahora, mi pregunta es, ¿tras lo visto en Huelva, quién es el león y quién la gacela? Lo veremos.

Alineaciones probables:

Atlético de Madrid: De Gea; Valera, Ujfalusi, Domínguez, Antonio López; Reyes, Assuncao, Raúl García, Simao; Forlán y 'Kun' Agüero.

Recreativo: Bernardo; Raúl Cámara, Mora, Troest, Poli; Carmona, Javi Fuego, Jesús Vázquez, Aitor; Álvaro Antón y Fornaroli.

Árbitro: Delgado Ferreiro (C. Vasco).

Estadio: Vicente Calderón.

Con el mercado invernal practicamente cerrado a expensas de alguna ganga de última hora (Cerezo dixit), el Atlético de Madrid, representado en la figura de Suso García Pitarch, prepara una revolución en la plantilla para la temporada 2010/2011.

Tras la confirmación del retorno de Diego Costa, esta vez para quedarse, Pitarch se marca como objetivo el lema de las tres "B": bueno, bonito y barato. Siguiendo una de sus mejores costumbres, el valenciano ya se ha anticipado a otros equipos y lleva semanas buscando jugadores que acaben contrato en junio. Este es el caso de Fran Mérida.

Junto al catalán, que es el que más ha trascendido, aparecen otros nombres que cubrirían la grave carencia que tiene el conjunto atlético en la banda derecha. Los rumores se disparan esta vez en Italia, concretamente en Roma. Allí el lateral derecho titular de Rainieri, Marco Cassetti, todavía no ha firmado su renovación por el conjunto rosonero, y Pitarch va a intentar impedirlo por todos los medios.

A la vista del éxito cosechado en negociaciones de idéntica naturaleza como fue el caso de Ujfalusi, Juanito o Coupet -su rendimiento es otra cosa-, no seré yo quien dude que esta vez no se vaya a resolver de la misma manera. Lo que sí advierto es de la edad del jugador: 32 años. Un hándicap difícil de superar más si cabe teniendo como referencia el rendimiento de Juanito.

Si Cassetti decidiera quedarse en la capital italiana, se pondría en marcha el Plan B. Otro giallorossi, de 23 años y con 1,89m de altura. Con más polivalencia y proyección, Marco Motta sería el elegido para suplir a Juan Valera, éste último muy voluntarioso pero poco convincente.

La opción Motta no será fácil ya que equipos como el Barça (a la vista de los chascos de Caceres, Henrique y el ucraniano impronunciable) le siguen la pista.

Con nieves o sin nieves, el portugués Tiago Mendes será presentado en las próximas horas como nuevo jugador atlético. Con pegada pero sin fútbol, el ya ex jugador de la Juventus viene con la misión de parchear una importante carencia en el once colchonero: un medio con llegada al área rival.

Horas más tarde de la confirmación oficial del fichaje del portugués, Raul García, su más directo competidor por un puesto en el once de Quique, firmaba su mejor partido de la temporada regalando dos asistencias de gol propias de un pasador con temple y carácter. Precisamente, lo que siempre se ha esperado de él.

Tiago es, sin duda, un parche para unos meses. La opción de compra de 8,5 millones de euros y sus 30 años hacen prever su más que probable vuelta a Turín el próximo mes de junio.


Junto a él, y si en las próximas horas no se tuerce, llegará el Toto Salvio procedente del Lanús argentino. Sin haber cumplido la veintena y con un futuro prometedor, el Toto es el gran reclamo de Suso Pitarch desde que el pasado verano se frustró a última hora su fichaje.

De esta promesa argentina se espera mucho más que de Tiago. Junto a la cantera, Fran Mérida y Diego Costa, está llamado a ser el protagonista del nuevo Atleti de confirmarse la más que previsible baja del Kun Agüero la próxima temporada hacia tierras inglesas o, quien sabe, quizá más cerca de lo que pensamos.

Para afrontar la segunda vuelta, el conjunto del Manzanares contará con una sobrecarga de centrocampistas a los que sería recomendable dar salida cuanto antes para llenar las arcas y de paso soltar el lastre de sus cuantiosas fichas. Este es el caso del mal logrado Cleber Santana o del propio Maxi Rodríguez a la vista de que, este último, no cuenta con la confianza del míster a pesar de ser un jugador de categoría.

Teniendo en cuenta estos refuerzos, y los que vendrán a partir de junio, queda una ardua, y ya histórica, asignatura por aprobar: la defensa. Salvando al chaval Domínguez, el resto de la zaga se merece una buena limpia y los esfuerzos del staff técnico deberían centrarse ahora en los laterales y un buen central, como es el caso, por ejemplo, de Botía o Nunes. Grandes centrales que darían un gran salto cualitativo en el Atlético y que difícilmente rechazarían una buena oferta procedente del Manzanares.

Ahí lo dejo.

José María Jiménez "El Chaba" fue el ciclista más querido por la afición a finales de los noventa. Conocido por su condición de escalador, el Chaba era capaz de lo mejor y de lo peor. Nunca llegó a ganar una gran vuelta, pero nunca antes un ciclista había coronado en primera posición las innumerables cimas que él mismo conquistó, tales como L'Angliru, Sierra Nevada, Abantos... entre otros muchos dando un espectáculo que a los amantes del deporte de las dos ruedas nos será difícil olvidar. Colchonero como el que más, era, porque ya no "es" por desgracia, la viva imagen del Club Atlético de Madrid.

El Atlético convirtió hoy su visita al Nuevo Zorrilla en simple y sencillo trámite para realizar la tan necesaria gesta del jueves frente al Recre y pedir así perdón a una afición que no vivió tranquila hasta ver en el día de hoy que el equipo tiene sangre y es capaz, si se lo propone, de superar los octavos de final de la Copa del Rey. Tanto es así que el resultado cosechado hoy frente a un primera y fuera de casa nos valdría para clasificarnos frente a un segunda y en un Vicente Calderón que esperemos obtenga una, al menos, aceptable entrada.

El Valladolid no fue rival hoy para los rojiblancos. Apenas tuvieron dos ocasiones que pudieran acercarse a la portería de Asenjo. La posesión y el control del partido fue, durante la totalidad de los noventa minutos, atlética. Raúl García y Assunçao realizaron un partido más que serio y estuvieron respaldados por una defensa a la que esta vez no se le puede discutir una coma. Un Domínguez infranqueable y Valera que realizó su mejor partido desde que viste la elástica rojiblanca, fueron los más destacados.

La parte ofensiva del equipo hiló fino y consiguió poner en jaque a la escuadra blanquivioleta cada vez que se acercaban al área local. Jurado y Reyes, los dos descartados del anterior periodo estival, destacaron por la facilidad con la que conseguían crear peligro y jugar al fútbol a sabiendas de que atrás estaba García para distribuir el juego y Assunçao para contener al rival. Subrayo el trabajo del brasileño, ya que sin ser lo más vistoso del equipo es sumamente importante.

Otra de las buenas noticias para los atléticos es ver que Forlán ha recuperado su olfato goleador. Junto con Reyes y Jurado sentenciaron el partido faltando más de media hora para su finalización. Agüero, que salió en la segunda parte, puso la guinda en los últimos minutos para redondear el 4-0. Hoy ha habido café para todos.

Se ha notado un claro cambio de actitud por parte de los de Quique. Presionaron constantemente los tímidos intentos de la zaga local por encontrar puerta y consiguieron enlazar diferentes contraataques, algunos de ellos acabando en el fondo de las mallas de Justo Villar, como el gol de Forlán tras un medido pase de Raúl García.

Rezando para que Quique mantenga lejos del terreno de juego a Cleber Santana, los atléticos esperan impacientes el choque del jueves, donde se juegan algo más que un partido, se juegan el orgullo colchonero y la talla de la entidad, algo que han destrozado sus dirigentes y que tan sólo pueden mantener, si tienen un buen día, los jugadores.

Que el espíritu del Chaba Jiménez nos acompañe.

Ficha técnica:

Carbón del amargo. Con este fascinante regalo nos hemos acostado ayer, día de reyes, los cientos de miles de colchoneros repartidos por España y parte del extranjero. El Atlético de Madrid ha espantado el dulce recuerdo del Sevilla para devolvernos a una realidad cada vez menos halagüeña e ilusionante. Y es que este equipo, definitivamente, necesita un cambio, y de fondo.

Un Recreativo recién descendido y con suplentes pudo con un Atlético desnortado y que sólo dió muestras de buen fútbol en la primera parte mientras los onubeses se encargan de sentenciar el partido con la ayuda inequívoca de un Ujfalusi fuera de sí. Su injusta expulsión no le salva de la absurda e innecesaria entrada que protagonizó, impropia de un central experto y con carácter como lo es el checo. Y con este panorama se encontró el Atlético transcurridos tan sólo veinte minutos: un hombre menos y por debajo en el marcador.

El chaval Cèdric, que demostró valentía y fútbol en el campo, fue el sacrificado por un Quique Sánchez Flórez que se equivocó de principio a fin en el planteamiento y esquema táctico que impuso sobre el terreno de juego. El canterano, junto con Jurado y Reyes, fueron los sacrificados justo en los momentos en que el equipo más necesitaba de ellos. Todo ello transcurría mientras el insípido Cleber y el pobre infeliz Valera campaban a sus anchas corriendo como pollos descabezados sin saber donde se encontraban.

El segundo tiempo sólo sirvió para reafirmar lo que el marcador reflejaba: los rojiblancos corrían tras el balón mientras el Recre controlaba el partido con una posesión inmensamente superior a la de los de Quique. Algo que aprovechó el Decano para ponerle la guinda a una tarde casi perfecta: el tercer gol. Y el casi lo ponen los propios hinchas del Recre, que a la vista del graderío se podían contar con los dedos de una mano.

El Atlético ve como se le escapa el único título que con los pies en la tierra podían aspirar a levantar esta temporada. Vuelven a casa casi sentenciados. La firmeza de la sentencia dependerá de si Agüero vuelve con ganas y si Forlán y compañía recuerdan aquello de meter un balón entre los tres palos.

Ficha técnica:

Recreativo: Bernardo; Córcoles, Troest, Bouzón, Poli; P. Sánchez (Alvaro m. 83), E.Sánchez, J.Vázquez, Aitor; Fornaroli (Candeias m. 66) y Barrales (Miguelito m. 88).

Este humilde blog nace con la intención de aportar a la red una opinión de un aficionado colchonero amante de su equipo al que le encanta el fútbol y, en especial, el Atlético de Madrid.

Espero que lo disfrutéis y no dudéis en opinar cuando lo veáis conveniente.

Desde Galicia y con cariño, bienvenidos.