El Atlético perdonó y el Almería remató

3

20:48 | Por : J.Dorado

La delantera del Atlético de Madrid fue hoy algo así como un islote en el medio de un grande océano. Viven out del todo. Parte de la culpa hay que reprochársela a Jurado, un genio loco que no se entiende con nadie y que sus genialidades él se las guisa y él se las come. Forlán sigue escondido y Agüero, tras una inoportuna fiebre, no pudo jugar más que los últimos diez minutos.

Si hace unas semanas nuestro fuerte era la delantera, hoy lo es sin duda el centro del campo. Assunçao, Tiago y Reyes, con la secundaria ayuda de Simao, marcan una línea muy seria y creativa que, reitero una vez más, no es capaz de conectar con la delantera.

Aunque ya no hacemos el ridículo tanto como antes, seguimos sin estar a la altura. Calentamos el terreno pero no rematamos, justo como en lo que estáis pensando. Y claro, siempre hay algún pillín que se aprovecha de tu impotencia y te adelanta cuando menos te lo esperas, el terreno ya está perdido y no queda más que retirarte hasta nueva batalla. Piatti, el pequeño argentino, fue esta vez nuestro verdugo, y lo hizo con alevosía, cuando más duele, al final del partido.

Y no, no fue culpa de Asenjo. Todo lo contrario. El palentino demostró que es un grandísimo portero con un halagüeño futuro que le deparará grandes alegrías dentro o fuera del Calderón. El internacional sub-21 evitó que el Almería se adelantará en un par de ocasiones claras en las que no titubeó en ningún momento. El gol, tras un rechace, estaba fuera de su órbita.

Al igual que la portería, la defensa también cumplió. Unos más que otros, todo sea dicho. Por orden serían Ujfalusi, Domínguez, Perea, y allá a lo lejos, Antonio López. A pesar del gol, donde los cuatro sí pudieron hacer algo más.

Bajo los tres palos almerienses tampoco había un cojo. Diego Alves demostró que si el Real Madrid se ha fijado en él es por algo, y si Dunga fuese como debería ser también lo haría. El joven guardameta brasileño paró todo lo que le echaron en cara y no dio su brazo a torcer en los noventa minutos. Hasta los palos se aliaron con Alves, y si no que se lo pregunten a Tiago, quien fabricó una genialidad que se estrelló contra el travesaño.

El mejor de los nuestros, el incansable José Antonio Reyes. El de Utrera no tiene fondo, no se cansa y tiene pilas para rato. Por dentro y por fuera, arriba y abajo, defendiendo y atacando... Sin duda el jugador más completo y con mayor espíritu de los de Quique. Él sólo tuvo ocasiones para vencer cómodamente.
Salvio necesita aportar al equipo la chispa que le falta arriba. Forlán está limitado física y técnicamente y no puedo jugar 180 minutos cada semana. Ahí es donde entra el de Lanús, también Borja o Ibrahima, por qué no, pero que roten de una vez, por el bien del uruguayo y el de todos los aficionados rojiblancos.

Perdida toda esperanza de hacer algo serio en Liga no debiéramos perder la oportunidad de mantener la dignidad en Europa. Hay que salir a rabear.

PD: estoy harto de las lamentaciones en forma de foto que ilustran cada crónica, pero no me queda otra si quiero que sea representativa del encuentro.

Comentarios (3)

Un apunte, Diego Alves es brasileño y una crítica constructiva, el blog es muy incómodo de leer con ese fondo.

Un saludo!

¿Maradona, nuevo seleccionador brasileño, dices? Jo, lo que me queda por ver ... :-P

Un abrazo.

Veo que estáis atentos, era pa ver si picabais...jeje.

Publicar un comentario